La infraestructura IT se ha convertido en el principal componente de los servicios tecnológicos en la actualidad. El objetivo es mejorar el rendimiento, incrementar la funcionalidad y las capacidades de los sistemas informáticos disminuyendo el coste aplicando una infraestructura tecnológica escalable, segura e inteligente. Se encuentra íntimamente ligada con la seguridad y apoyada por los avances del cloud computing. Nos aporta varias funcionalidades de redes, de almacenamiento de información seguro y procesamiento de datos a gran escala. Asimismo, nos da soporte en un contexto de tecnologías disruptivas.
Los elementos que componen la infraestructura IT (servidores, almacenamiento, networking) se integran de forma escalable en una infraestructura de sistema. Dentro de la cual los usuarios se pueden comunicar a través de smartphones, ordenadores y tablets para gestionar los datos personales y de negocios. Mediante dichos dispositivos, los trabajadores acceden a las aplicaciones y a los servidores de la red. Contar con la infraestructura tecnológica IT adecuada será un factor determinante para la competitividad de los negocios y el éxito de la transformación digital.
El puesto de trabajo digital como elemento de las infraestructuras IT
Según un reciente estudio de Gartner, el puesto de trabajo digital es uno de los pilares en la agenda de transformación digital y constituye la segunda prioridad de inversión para las empresas españolas encuestadas (18%), sólo superada por el Cloud (35%), proceso que se ha visto acelerado por la eclosión del teletrabajo a causa de la pandemia del covid19.
En los últimos años las organizaciones han invertido en sistemas de videoconferencia, comunicaciones unificadas y mensajería instantánea. Aún así a menudo son difíciles de gestionar y no se adaptan con eficiencia a las tareas a realizar. Se requieren entornos de trabajo unificados capaces de proporcionar las aplicaciones y herramientas adecuadas al usuario correcto en el momento y lugar precisos. El soporte al puesto de trabajo digital es una de las áreas de externalización más relevantes.
Para competir en la nueva era digital es imprescindible reinventar tanto el puesto como el espacio de trabajo. Para optimizar la inversión se debe apostar por un entorno de trabajo digital, con trabajadores siempre conectados en espacios colaborativos y dinámicos con una ciber-seguridad integral y ubicua. Con estas capacidades digitales las organizaciones pueden incrementar su productividad y competitividad (ya que el trabajo digital favorece la autonomía del empleado, el aprendizaje continuo y la colaboración efectiva, mejorando el engagement o compromiso), y mejorar su posición para atraer y retener a los mejores talentos.